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| (Imatge no identificada presa dela xarxa) |
A Severo Sarduy
Espejo sin imagen, la miro y me veo hermoso.
Quisiera regalarle mis huesos.
No son ojos granos de café que miran.
Venus de Tacarigua, un chinchorro te enseñó a caminar.
Tienes tus grandes pies de tierra en la tierra
y por ti siento amarilla la redondez de la luna.
Es el 2 de diciembre.
Estamos en el Museo de Ciencias Naturales.
Hay policía, hay collares, hay pistola.
Se descascara el techo de África y veo nubes.
Me gusta vivir en las nubes cuando llueve.
Ahora soy un viejo constructor de pirámides;
gasto manos cortando piedras
para que Akhenaton sin rugir me regale leonas.
¿No me crees? Chupa estos muñones
y hablarás latín con Aristóteles.
Faisán bajo tierra, codorniz de reojo, magnes
mumia.
Busco relojes suizos en el Libro de
los muertos,
golpeando el párpado a Isis, que regaña abejas,
y según fluye el Nilo me alimento de momias.
Prueba estos trapos, digo,
mastica bien esta carne.
¡Yo me limpio las uñas con colmillo de elefante!
¡Nunca olvidaré cómo hablar a los dioses!
¡Qué más quieren!
¡Los poetas son unos hijos de Poe!
Por eso escarbo al revés con letras de niño.
Por eso escribo apretando hormigas
en el nombre del padre y del hijo.
Acércate, apriétame la lengua,
escucha cómo escribo. La o azul es muy hermosa.
Soy un fantasma de mármol
nadando en antílope al silbar la hiena.
Mi carne se la lleva el viento.
Octavio Armand
Biografía para feacios
Ed. Pre-textos, 1980
Més sobre l'autor, ací
Entrades
1 han deixat la seua empremta:
Gràcies José Maria, visitaré el teu blog.
Salut i poesia.
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