(Original escrit per Juan Gil-Albert.) (Exposició "Equipatge de tornada. La biblioteca de l'exili de la Biblioteca Valenciana".) |
Desconocedores del destino que los conduce,
atentos a la llamada del mar que brilla ante sus ojos
como una misteriosa materia anonadada,
se pasean sumergidos en la fatalidad de su sueño.
Un claro sopor de brasas los envuelve
y les motea pómulos febriles con un agua de ansiedad.
Van bajo las pálidas palmeras del invencible estío
y las mariposas chinescas les aportan la fugaz ilusión de la lejanía.
Sólo tras muchos años habrán madurado sus infortunios
y desperdigados por tierra, unos y otros,
agonizarán indistintamente en sus rincones oscuros
mientras aquí, estos grises ramajes indiferentes, continúan su [hastío.
Viajar es ir muriéndose lentamente,
pasando como en ascuas sobre la triunfante melancolía
e ir abandonando lo más inaprensible de nuestras tristezas
en esos lánguidos parajes que nos ignoran.
Las ilusiones con el poema de El convaleciente
Imán, 1945
Més sobre l'autor, ací
3 han deixat la seua empremta:
Tret de la primera estrofa, la resta del poema dona una imatge força negativa dels viatgers, malgrat tot, el poema és bonic...
Bon vespre, Jesús.
Si qué es trist, el poema, encara que sembla que els viatgers es deixen les tristeses pel camí.
Sobretot si es tracta d'un exili obligat.
Gràcies pels comentaris, Ada i M. Roser.
Salut i poesia!
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