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| (Imatge no identificada presa de la xarxa) | 
HOY decido enunciarme 
desde los relatos de la tierra dura 
y los inviernos de piedra y cal 
que no he vivido. 
Hoy decido que yo 
debería ser feliz 
porque mi vestido fue blanco, 
porque no vi partirse 
cayados contra las higueras 
ni me herí las manos con las vides. 
Debería estar siendo feliz 
porque yo sí sé quién es don Antonio
y leí sobre la tierra de mis padres 
en los cuentos de Max Aub. 
Porque yo sí soy maestra 
aunque no haya vivido en Francia, 
aunque conserve y disimule 
el miedo ancestral 
de los de abajo 
a no saber nunca lo suficiente. 
Será porque guardo 
la memoria del frío en los huesos,
el recelo del agua en el pozo,
las palabras del hambre en las manos. 
Y un temblor hondo que ata 
cada vez que miro a mi madre 
que también se llama María 
y aún recuerda a qué edad
bajó del cerro.
El recelo del agua
Ediciones Rialp, 2016
Més sobre l'autora, ací
 

 
 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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2 han deixat la seua empremta:
Tothom hauria de poder ser feliç, encara que fos de tant en tant...Però la vida sovint ens ho impedeix!
Bon vespre, Jesús.
La felicitat és tan esquiva!
Gràcies pel comentari.
Salut i poesia!
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